viernes, 17 de julio de 2015

Cinturón marrón

Hola a todos de nuevo.

Sé que han pasado varios meses desde mi última publicación, pero en realidad no he tenido nada interesante que contaros.
Estos meses han sido muy relajados, en los que me he limitado a mi trabajo y a entrenar.
Hasta el pasado día 8 de Julio, por supuesto.
El pasado miércoles tuvieron lugar los exámenes de cinturón en el EKSC.
En esta ocasión, como habréis podido suponer por el título de esta entrada, yo me examiné para el cinturón marrón.
Ya os conté en anteriores ocasiones cual es la dinámica de los exámenes de karate, y en este caso no es una excepción, salvo que el de marrón, es un examen mucho mas corto que el que tenemos que hacer para azul, pero la exigencia de la técnica es muy superior.
Tengo la satisfacción de deciros, que en esta ocasión también superé el examen, aunque con algún que otro inconveniente.
Supongo que el primero que tengo que comentaros, es el del espacio…
Me explicaré.
Durante los últimos dos meses, hemos estado entrenando para los exámenes. Pero el espacio del que yo disponía para realizar mis ejercicios, era muy amplío, ya que en clase de adultos no somos muchos, y podíamos distribuir mucho mejor el tatami.
Lamentablemente, el día del examen, éramos unos cuantos más para examinarnos, y el espacio del que yo disponía para mí, se redujo considerablemente.
Así que pasé la mayor parte del examen más pendiente de no chocar contra la pared o contra el compañero que tenía al lado, que de hacer correctamente todas las posiciones.
Realmente no me salió mal el examen aún con este pequeño inconveniente, pero me ha hecho darme cuenta de que aún hay muchas cosas que me hacen perder la concentración, como no controlar al 100% el espacio que me rodea. Ésta es una asignatura que aún tengo pendiente.

Otro pequeño inconveniente del que os hablaba, me sucedió casi al final de mi examen. El último ejercicio que realicé, era un ejercicio de kumite o combate.
Como ya os comenté anteriormente, este ejercicio ya está preestablecido y lo entrenamos durante semanas antes del examen. Éste ejercicio consiste sobretodo en mostrar la efectividad de lo que hemos estado entrenando. No es mas que una pequeña demostración, en la que en principio nadie debería de hacerse daño. Y digo en principio, por que siempre hay pequeños accidentes, como el que me sucedió a mi.
Para los exámenes, suelo usar de uke o asistente, a mi compañera Aída, de la que ya os he hablado en alguna ocasión. Durante los entrenamientos ya habíamos tenido algún que otro percance, del que los deditos de mi pie aún no se han recuperado del todo ;)
Pero en principio, en el examen nos estaba saliendo todo estupendamente …
Lamentablemente, quizá por los nervios o la adrenalina, tuve un pequeño fallo de cálculo y sin querer, le propiné un codazo en la mandíbula. Por suerte, a parte de una  pequeña contusión, la cosa no llegó a más… aunque creo que esa me la debe ;)
Pero como os decía, exceptuando este par de inconvenientes, salió todo a pedir de boca y como ya sabéis, ahora soy oficialmente cinturón marrón.

La ceremonia de entrega de cinturones se hizo la tarde siguiente, el Jueves 9 de Julio.
Tras el saludo de inicio de la ceremonia, que en esta ocasión dirigí yo por ser el adulto de mayor nivel de cinturón, Javi, el sensei, nos dio a todos la enhorabuena por el trabajo y esfuerzo realizado no durante el examen, sino durante todo el año, y a continuación fue nombrando uno por uno a todos los que nos habíamos examinado, para que fuésemos a recoger nuestro diploma y nuestro nuevo cinturón para intercambiarlo por el viejo.
Quizá esto sea algo que solo me sucede a mi, o quizá todos mis compañeros hayan sentido lo mismo, pero desanudar el viejo y gastado cinturón, que ya está blandito y dado de si en muchos puntos, y anudarse el nuevo, recién desenvuelto y aún muy rígido… da una sensación de orgullo, de haber terminado una pequeña etapa y de nuevo comienzo, un tiempo que tenemos por delante para desgastar ese nuevo cinturón y prepararnos para el siguiente, que en mi caso, ya será el cinturón negro.

En estos momentos, hemos comenzado las vacaciones, que también son muy importantes para que el cuerpo pueda descansar.
Espero poder contaros algo interesante en breve, pero mientras tanto, espero que paséis un feliz verano y vosotros también disfrutéis de las vacaciones.

Cuidaos mucho y espero que nos volvamos a leer en breve.

¡Osssss!

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